Bajo este concepto se agrupan muchos deportes ya existentes que implican cierta dosis de exigencia física y muy peligroso, sobre todo, mental. Por ejemplo, se incluyen los deportes más exigentes dentro del excursionismo (escalada en hielo, escalada en roca, etc.), y otros de reciente creación como (bungee, snowboard, etc.). Un deporte, no considerado extremo, se puede definir así si se practica bajo condiciones especiales o circunstancias particulares no habituales en el. Por ejemplo, la escalada en roca a unos centímetros del suelo (bulder) no se considera "deporte extremo", pero si se realiza en una pared vertical rocosa a varios cientos de metros de altura, entonces sí se le aplica el término.
Se puede considerar que una persona practica un "deporte extremo" cuando lo hace por primera vez. Por ejemplo, el descenso de un río de clase IV es bastante extremo para quienes nunca antes se habían subido a una balsa y lo sentirán como muy por encima de sus capacidades personales. El hecho de salir vivos de esa experiencia les hará pensar que son unos buenos deportistas, mientras que su guía queda relegado a un último plano, aun cuando es él quien ha solucionado la gran mayoría de los problemas del descenso.
El término "deporte extremo" no es adecuado aplicarlo cuando se realiza simplemente una actividad recreativa o turismo alternativo, ni tampoco debe estar definido por las condiciones medioambientales, algo bastante subjetivo y dependiente del grado de preparación. En cambio, el término puede aplicarse cuando se practica un deporte en los límites actuales de desarrollo, sea montañismo, atletismo, gimnasia o cualquier otro.
Deportes Extremos
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